Queso de Cabra pasta blanda. Elaborado con leche de cabra de nuestra granja en los Montes de Toledo.
La coagulación es producida por extracto de cuajo de cabrito lechal.
Queso de pasta blanda a semilíquida, dependiendo de la época y del grado de maduración.
Formato redondo con un peso aproximado de 350 gr. (disponible también en formato lingote de 1kg.)
Corteza amarillenta propia de los quesos de corteza lavada. Ligeramente rugosa, de color blanco aterciopelado y manchas de color beige, fruto de la acción de los mohos y levaduras que colonizan la corteza durante el afinado.
Flora natural de superficie que imprime un carácter único al queso.
Corteza totalmente comestible y que refuerza el sabor del queso.
Al corte, la pasta presenta un color blanco, con pocos ojos de fermentación y en cantidad reducida.
A medida que avanza el afinado, la parte cercana a la corteza se vuelve más blanda y de color color marfil, fruto del proceso de maduración natural del queso.
El queso desprende un ligero olor a fermentación, con notas húmedas vegetales, terrosas y fúngicas.
Es un olor típico en esta clase de quesos pero mucho menos agresivo que las tortas extremeñas.
Textura blanda y untuosa, llegando a semilíquida en ocasiones, dependiendo de la época y del grado de maduración.
Ligera adhesividad en boca y muy buena solublidad (carácter fundente)
La granulosidad que percibimos al masticar es de tipo fino.
Sabor láctico, al principio, con recuerdos dulces de nata y yogur suave de tipo bífidus. Después van apareciendo sutiles notas vegetales de fermentación muy bien conjuntadas con las fúngicas (seta de bosque) y terrrosas (humus)
Al final aparece un regusto sutil caprino y dulce de frutos secos (avellana, almendra) que potencian el sabor del queso
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